Tratamientos de la madera
Las termitas subterráneas pueden atacar cualquier edificio sin que esté deteriorado. Aunque su mantenimiento sea impecable. Ahora bien, hay ciertos factores comunes que acostumbran a considerarse de riesgo, y que pueden facilitar el progreso de una colonia de termitas en nuestras casas.
termitas.
Los factores de riesgo pueden extrapolarse a todas nuestras edificaciones, modernas, antiguas, con estructura de madera, sin ella, viviendas aisladas, bloques, naves, iglesias, masías, casas entre medianeras, casas pareadas, etc.
Factores de riesgo a corregir
Las maderas en las inmediaciones de nuestras casas son factores de atracción para una plaga de termitas subterráneas:
La leña acumulada tocando la pared en la intemperie (o a veces también en el interior) puede causar un efecto llamada.
La leña en la intemperie tapada con un film de plástico es un auténtico “criadero” de termitas, hay que evitar “proteger” la leña de ésta forma.
Las maderas clavadas de forma permanente en el suelo (estacas, tutores, traviesas, pequeños troncos a modo de escalera), pueden ayudar al asentamiento de una colonia de termitas.
Un jardín mal conservado puede ser un factor determinante (árboles y plantas muertos, tocones de antiguos árboles...).
Antiguos tocones cuyas raíces facilitan la entrada en nuestras casas.
Las humedades de todo tipo, son un factor amplificador de un ataque de termitas, ya sea por filtraciones, capilaridad o condensación.
El riego, a menudo empapa nuestras paredes y facilita la vida de las termitas. Así mismo, ocurre con las humedades por capilaridad (ya sean propias del terreno o bien por la pérdida de un desagüe o suministro).
El fregar demasiado mojado, empapando los marcos de madera de las puertas puede conllevar que la madera coja un grado de humedad muy adecuado para las termitas.
Las filtraciones de bajo cubierta a menudo empapan nuestras maderas y son un fuerte factor de atracción que puede conllevar que las termitas asciendan hasta la cima de nuestra casa, afectándola en su paso.
Al igual que el punto anterior, las carpinterías mal conservadas pueden humedecerse y ser una fuente de atracción, además que pueden permitir el paso del agua y humedecer el interior de la casa.
Las filtraciones de un bajante, un baño o una cocina también pueden acelerar el ataque.
Una mala ventilación puede comportar condensación sobretodo en los baños y cocinas, haciendo un hábitat ideal para la plaga (además añadiendo cómo factor de riesgo la degradación de la madera, de la cual se encargan los hongos de pudrición).
Todos los factores comentados pueden agravarse si las vigas de madera se encuentran dentro de un falso techo (aún con menos ventilación y más oscuridad).
La condensación puede formarse en exterior de la casa (por ejemplo en un patio pavimentado), si la humedad del subsuelo tiende a evaporarse y no puede, acaba escapando precisamente por los muros de la casa.
A menudo quedan empotradas viejas instalaciones que pueden favorecer el paso de las termitas.
Antiguas cloacas donde las termitas tienen paso y hacen de pequeño “río” subterráneo.
Bajantes y chimeneas tapiadas tienen juntas en la obra que las termitas pueden aprovechar para transitar.
Maderas perdidas en construcción puede provocar una fuerte amplificación de la plaga.
La construcción de urbanizaciones y otros encima de antiguos campos sin una limpieza total (cerezos, algarrobos, viñedos, etc.).
Los encofrados perdidos de madera no recuperados de una cimentación.
Restos de obra (maderos de obra o antiguos) utilizados para rellenar el terreno cercano a la casa.
Controles
Las especies causantes de daño en la madera pueden ser de dos tipos: termita y carcoma.
En el momento que una casa, edificio o vivienda sufre un ataque de termitas o se detecta presencia en sus inmediaciones, se debe intervenir para, proteger, frenar, repeler, controlar el asentamiento de una colonia de termitas, puesto que de lo contrario las consecuencias pueden llegar a ser funestas.
Se requiere de un buen técnico que no sólo esté preparado y sepa distinguir las diferentes patologías xilófagas (xilos es madera y fagos, comedores), sino que además tenga la capacidad de estimar el comportamiento de la plaga en cada edificio de forma específica, optimizando al máximo sus propios recursos cómo los de la propiedad.
Un técnico de termitas lo primero que necesita es visitar la casa o edificio afectado:
Ver y “tocar” los síntomas, “oler” y “sentir” el edificio/casa.
Identificar de forma fehaciente la especie de la plaga mediante el análisis (generalmente in situ) del insecto o de sus rastros.
Conocer la naturaleza del edificio en cuestión (vigas de madera, fachadas con cámara, forjado sanitario...).
Conocer los antecedentes de la plaga en el edificio.
Conocer las modificaciones estructurales del edificio, su historial a menudo rebela posibles incidencias anteriores en referencia a la plaga.
Inspección general del edificio para detectar rastros visibles con el fin de de realizar una estimación del alcance de la colonia de termitas en el edificio o casa.
Hay múltiples casos de gestiones de compra/venta de patrimonio que se complican por la presencia de una plaga de termita. En nuestro país existe jurisprudencia sobre el tema mediante juicios por vicios ocultos. En Francia existe una ley que regula este funesto hecho.
En la construcción existe una normativa para la protección de la madera colocada en obra, basado en normas españolas que aseguran la perdurabilidad en el tiempo de la madera en función de la clase de riesgo.
Larvas – 1mm de longitud, de color blanco translúcido.
Soldados – 5mm, tórax y abdomen pálidos, y cabeza más oscura.
Adultos – cuerpo de hasta 7mm, ó 11mm incluyendo las alas.
Una vez que cada hembra ha atraído a un macho, ambos buscan un lugar conveniente, p.ej. una grieta en una viga de madera seca, y comienzan a excavar una cámara.
No se aparean hasta quedar sellados dentro de su nido. El apareamiento se sigue produciendo a lo largo de toda la vida de la colonia.
El desarrollo de la colonia es lento y, transcurrido 1 año, puede que estos ejemplares reproductores, Rey y Reina, tan sólo hayan producido 3 ó 4 larvas.
Las larvas se desarrollan, transformándose en obreras, soldados ó alados.
Amplían sus nidos masticando en todas direcciones a través de la madera; finalmente dejarán sólo una pieza hueca de madera, aunque por su aspecto exterior ésta pudiera seguir pareciendo normal.
Normalmente se detectan debido a las singulares partículas fecales que son expulsadas de la madera infestada.
El termitero suele estar situado en el subsuelo y encontrarse a más de 40 metros del lugar en que se detectan sus señales.
Tienen fototropismo negativo (huyen de la luz), por lo que acceden a la madera de les casas (vigas, marcos de puertas y ventanas, zócalos, muebles adosados, etc.…) des de el interior y atravesando muros y paredes.
La alimentación del termitero se produce por trofalaxia (estómago social), que consiste en transportar el alimento en el estómago y transmitirlo de un individuo a otro a través del boca-boca o ano-boca. Este comportamiento sirve también para transmitir sustancias (feromonas) que regulan la composición y comportamiento de la comunidad.
Popularmente se conoce como carcoma a todos aquellos insectos que hacen agujeros en la madera, aunque existen diversos grupos de insectos que se alimentan de la madera, los que causan la gran mayoria de daños en el medio doméstico són tres: Anóbidos, Líctidos y Cerambícidos.
Los mas habituales que se encuentran en las casas son la carcoma común o de los muebles (Anobium punctatum) y el escarabajo del reloj de la muerte (Xestobium rufovillosum).Los adultos tienen una longitud de 3-5 mm, y son de color oscuro. Su aspecto es el de un escarabajo pequeño y volador.Emergen de la madera desde el inicio de la primavera hasta finales de otoño. Durante el verano si las temperaturas son muy elevadas pueden pararse las emergencias que se reanudaran cuando las condiciones sean mas favorables.
Pueden vivir de 3 a 4 semanas, se aparejan en el exterior de la madera y son buenos voladores, de manera que pueden infestar madera que esté muy lejos del lugar de emergencia.
Las hembras fecundadas ponen los huevos (unos 80) en rendijas o en los agujeros dejados por las generaciones anteriores, pero nunca sobre las superficies lisas de la madera. Pasadas 4 o 5 semanas los huevos eclosionan y salen las diminutas larvas (gusanos) que, a base de roer, se introducen dentro de la madera formando galerias que se van agrandando en la medida que lo hace la larva.
Dentro de la madera los insectos pasan entre 2 y 3 años. El desarrollo se ve favorecido por humedades de el aire elevadas y temperaturas moderadas (20-24ºC).Al finalizar el desarrollo como gusano, la larva (que puede llegar a medir 6 mm de longitud) hace una pupa (capullo) de la cual sale el adulto, que emerge fuera de la madera dejando como rastro de su presencia el clásico agujero o, segun el emplazamiento del agujero, una pequeña montaña de aserraduras.
Antes que nada es necesario conocer el ciclo de estos insectos,
La carcoma deposita los huevos en las rendijas de la madera, de estos huevos sale la larva ("gusanito") que se introduce en la madera de la que se alimenta. Tanto el huevo como la larva son muy pequeños, de manera que el orificio de entrada es prácticamente invisible. Dentro de la madera de la que se alimenta la larva va haciendo galerías y creciendo. Al final se envuelve en una pupa ("capullo") de la que sale el adulto, éste sale al exterior de la madera dejando tras de sí los agujeros característicos. Para cortar el ciclo y definitivamente con la carcoma de los muebles se ha de realizar una imprimición en la madera con un protector insecticida. Para esto es necesario levantar el barniz o la pintura que cubra la madera, ya que son materiales que impiden el paso del protector. Cuanto mejor decapado esté el mueble mejor quedará la imprimición y mayor será la probabilidad de éxito. De todas formas, este sistema de tratamiento conlleva unos inconvenientes. Dejando de lado el trabajo de decapación (quitar el barniz), los productos para uso doméstico (no profesionales) suelen tener una residualidad bastante limitada (5 años a lo sumo).Por otro lado si el elemento a tratar tiene un grosor considerable la carcoma alojada en las capas más profundas no se ve afectada por el tratamiento, pues la capacidad de penetración de la imprimición es limitada (siendo muy optimistas de 2 cm).
La identificación del insecto puede hacerse por el tipo de daño producido o por el aspecto y tamaño de la larva si no vemos al insecto directamente:
La carcoma grande deja unos orificios de salida ovalados de 5 a 10 mm. Un sonido sordo al golpear la madera puede ser indicativo del ataque. Se puede escuchar a la larva comer si está en su interior. Los conductos roídos se encuentran cerca de la superficie y las larvas adultas son de 13 a 30 mm de largo y color claro.
La carcoma fina produce numerosos orificios de salida redondos de un diámetro de 1,1 a 3 mm según las especies. Los conductos roídos son de forma irregular y contienen polvillo y excrementos.
Las larvas adultas son blancas de 4 a 6 mm de longitud.
La polilla deja unos orificios parecidos a los de la carcoma fina (redondos de 1,6 mm de diámetro aproximadamente). La madera debe estar seca (menos de 18 % de humedad) para que pueda atacarla. Las galerías siguen principalmente la dirección de la fibra. Las larvas son blancas de 4 a 6 mm de largo.
La termita ataca maderas (coníferas y frondosas) y otros materiales como tejidos, papel e incluso plásticos. Abren galerías interiores respetando una capa exterior intacta de 1 a 2 mm de grosor. Quitando esa capa superficial se puede observar el fenómeno de las "hojas de libro" debido al aspecto que presenta con láminas muy finas de madera sin atacar. Las termitas no hacen ruido cuando comen la madera. El tamaño de un termita es de 4 a 6 mm de longitud.